Antes de que la IA generativa captara toda la atención a finales de 2022, la capacidad para crear nuevas cosas, como un análisis competitivo, una presentación comercial o un código de software, se consideraba un rasgo exclusivamente humano. Ahora, con el debut de ChatGPT, la IA de Open, cualquiera con un ordenador puede presenciar cómo los sistemas de IA pueden responder a un mensaje con contenido nuevo e ideas a una gran velocidad.
A primer vista, esto puede parecer una amenaza.Pero, con el paso del tiempo, la promesa de la IA generativa se hará más clara: más que sustituir a las personas, esta tecnología mejorará y aumentará la inteligencia humana y su capacidad de tomar decisiones, haciéndonos mejores en lo que ya hacemos.
Las empresas pueden ya integrar herramientas de IA, de manera segura y responsable, en sus flujos de trabajo. Pero, en la medida que la IA generativa permeabilice más en el stack de tecnología, se extenderá más allá de la automatización de tareas sencillas. Los diferentes agentes de IA generativa colaborarán entre ellos para orquestar todos los procesos, los sistemas y el conocimiento necesarios para ejecutar una serie compleja de tareas conectadas, desde modificar el diseño de un producto hasta determinar su PTO en base a futuras cargas de trabajo. Y más que funcionar a través de sistemas, apps y datos diferentes, los trabajadores utilizarán una única interface de voz interactiva que realiza todas las conexiones necesarias.
En definitiva, la IA generativa cambiará cómo trabajamos al operar en el backend para reunir todos los aspectos del negocio y ofrecer un punto de acceso unificado tanto a los consumidores como a los empleados.A medida que la IA generativa madure, nuestros actuales niveles de productividad nos parecerán pintorescos. Al mismo tiempo cambiará sustancialmente la forma en la que las empresas innovan, toman decisiones y se estructuran.
Los riesgos de la IA generativa están bien documentados. Muchas organizaciones dudan si incurrir en una brecha de seguridad o comprometer la ética de la compañía, algo similar a lo que sucedió en los primeros años de los PCs, Internet y la informática móvil. A diferencia de estas tecnologías, la IA generativa pasará de la actual era de gran disrupción a convertirse en una parte incuestionable del tejido laboral. Con la debida diligencia, gobernanza y una implementación en fases, estas nuevas herramientas pueden o deberían ser implementadas de manera segura sin limitar los posibles beneficios en innovación, eficiencia y productividad.
Los líderes que entiendan la importancia de lo que hoy se está desarrollando e implementando en materia de IA generativa pueden obtener más que la habitual ventaja de "ser los primeros". Con la IA generativa, los posibles beneficios son tan ilimitados como las posibilidades de la IA generativa en sí misma.