¿Qué es la IA aplicada?
La IA aplicada es la rama de la inteligencia artificial que la saca del laboratorio y la lleva al mundo real, permitiendo a los ordenadores y a los robots controlados por éstos ejecutar tareas reales. La IA aplicada mejora las aplicaciones de software y pone en práctica el aprendizaje automático profundo avanzado, proporcionando elevados niveles de precisión y adaptación en el tiempo. La IA aplicada contextualiza los modelos de negocio y los procesos industriales y mejora la forma en que interactuamos con lo que nos rodea.
¿Qué beneficios aporta la IA aplicada?
Desde mejoras en la disponibilidad y precisión hasta ahorro de costes y toma de decisión más certera, la IA aplicada ofrece a las empresas todo tipo de ventajas en un escenario tecnológico en continuo cambio.
Algunos beneficios de la IA aplicada son:
- Toma rápida de decisiones: la IA aplicada permite juicios "similares a los humanos" para reducir errores y predecir resultados, consiguiendo la automatización de procesos end-to-end y mejorando los ecosistemas de dispositivos inteligentes.
- Capacidad informática con toque humano: la IA aplicada salva la distancia entre los mundos digital y físico al tiempo que se esfuerza por limitar el impacto del error de modelo, ética social y el sesgo humano en el proceso.
- Eficiencia: la IA aplicada mejora la eficiencia y el rendimiento, ahorrando tiempo y dinero.
- Automatización: la IA aplicada libera a los empleados de los procesos manuales al aumentar la automatización.
- Mayores ingresos: la IA aplicada incrementa la rentabilidad al identificar y ayudar a resolver problemas de negocio complejos a través de las prestaciones adaptativas y aprendizaje automático.